Haz la prueba de realizar un breve paseo de 15 minutos todos los días, un relajante paseo, no uno en el que no puedes recuperar el aliento, aunque si lo prefieres se podría hacer eso también. El objetivo principal de este paseo es llegar a ser consciente de tu entorno actual mediante el uso de la belleza existente. Simplemente te centras en la primera cosa bella que ves o escuchas - tal vez un roble que acaba de empezar a mostrar sus primeros brotes verdes en la primavera, o el canto de los petirrojos (escucha aquí). Al mirar o escuchar lo que sea que hayas elegido, busca sentir gratitud por esa presencia en este momento en tu vida, y notarás una ligera sensación de relajación o paz en tu plexo solar. Ahora toma nota de otra cosa bella. Tal vez ahora ves el brote de una flor a través de la tierra o escuchas el sonido del viento entre los árboles (escucha aquí). Una vez más, ten en cuenta la belleza, siente la gratitud, y notarás la sensación de paz. Ahora tal vez ves un gatito intentando atrapar una mosca o escuchas el sonido del viento a través de las hojas de una palmera (escucha aquí). Recuerda que debes observar la belleza, sentir la gratitud, y luego darte cuenta de la (aunque sea muy breve) sensación de paz. Y esta vez quizás ves un rastro de hormigas obreras ocupadas en llevar pequeños trozos de una planta a su colina, o oyes el sonido de las cigarras (escucha aquí - y si piensas que esto es fuerte, yo los oía de esta manera en Sudáfrica cerca de Ciudad del Cabo, y logré dormir a pesar de todo) al igual que antes, observa la belleza, siente la gratitud, y nota la sensación de paz. Simplemente sigues haciendo esto durante 15 minutos hasta que llegues al final de tu caminata.
Sin embargo, esto es lo que sucederá. Te sentirás muy bien en esos primeros momentos de ser consciente mientras disfrutas de la belleza, sientes gratitud y notas la paz. Te olvidarás, no obstante, rápidamente del propósito de tu paseo y entrarás en un mundo no consciente de pensamientos y de ahí volverás a sentir el estrés. Y sólo cuando tus quince minutos se hayan acabado, te acordarás del verdadero propósito de tu caminata ...
No te preocupes. Si haces
esto todos los días durante tres semanas, los camino neurales de tu cerebro comenzarán
a cambiar de tal manera que llegarás más y más cerca de conseguir enfocarte en
belleza y gratitud y por tanto a sentirte más relajado y más en paz. Esto
tendrá un impacto en todas las áreas de tu vida. Así de simple. Todo lo que
tienes que hacer es hacerlo.
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